El objetivo es que el sujeto introduzca inicialmente un cambio en sus autoverbalizaciones para que, finalmente, se modifique su comportamiento manifiesto.
a) Impulsividad (T.D.A.H.)Tal como se ha mencionado, Meichenbaum la utilizó originalmente con niños hiperactivos, impulsivos o agresivos ya que las autoinstrucciones tienen un papel enlentecedor de la acción y propicia una mayor reflexividad.
Afirmaba que el éxito en este tipo de trastornos radica primero, en la utilización del modelo y en segundo lugar, la repetición de las autoinstrucciones, mientras el niño hace las tareas. Estos dos factores resultan ser los componentes más eficaces del programa de tratamiento.
En el tratamiento de los niños hiperactivos Meichenbaum plantea que las terapias que utilizan procedimientos operantes no suelen tener éxito debido a la acción altamente motivadora de dichos procedimientos, de tal manera, que en lugar de endentecer la actividad y permitir una actitud reflexiva, logran todo lo contrario.
Sin embargo, la asociación de procedimientos operantes y cognitivos (autoinstrucciones) mejora los resultados.
Finalmente señalar que si el entrenamiento se efectúa con autoinstrucciones generales frente a instrucciones específicas se facilita la generalización. Es decir, el llevar a cabo lo aprendido en otras situaciones externas.
b) Falta de Autocontrol La falta de autocontrol hace referencia a la dificultad por anticipar las consecuencias de la actuación, por parte del propio sujeto. En conductas adictivas o violentas, los sujetos actúan impulsivamente sin mediar cogniciones o verbalizaciones internas en las que se evalúen todas las consecuencias. En estos casos la técnica se ha utilizado para intentar demora la actuación de los sujetos.
Sin embargo, la eficacia en este tipo de problemas viene muy condicionada por los aspectos sociales. Si el sujeto se mueve en ambientes marginales o de riesgo (violencia, agresión) no se alcanzan resultados positivos.
Cuando los problemas se reducen a un ámbito clínico en concreto como puede ser la obesidad, los resultados indican una razonable eficacia.
c) Dificultades de Aprendizaje En el caso de niños con “dificultades en el aprendizaje” o de “retraso mental”, se han llevado a cabo numerosos estudios que han demostrado la eficacia del procedimiento. Se ha utilizado con buenos resultados en niños con problemas de escritura, comprensión y cálculo. También se han diseñado programas para mejorar la atención en clase. Sin embargo, se apuntan como requisitos previos para obtener resultados óptimos que:
1- El niño tenga la capacidad para articular las verbalizaciones necesarias.
2- Capacidad para comprender su significado.
3- Los comportamientos motores implicados estén en el repertorio del niño.